Siempre recordaré la cara de asombro e incredulidad de mi hija, y luego la estruendosa carcajada que soltó, cuando le dije que cuando yo estaba chiquito no existían los celulares.
Me imagino que lo mismo debió reflejarse en mi rostro cuando vi una LATA DE HALLACAS…SÍ, así como lo lees, HALLACAS ENLATADAS. Yo había escuchado de su existencia pero no las había visto.
Las Hallacas en cuestión son para el hermano de una amiga que está viviendo en Alemania y por nada del mundo quiere pasar navidad sin su respectiva Hallaca. Las hacen y enlatan, según me informaron en el Instituto Universitario de Tecnología Agro-Industrial, en San Cristóbal.
No salía de mi asombro viendo aquella lata, recordando el cuidado con que había que congelar las hallacas para que duraran alguito más. Aparentemente enlatadas duran hasta 3 años…(Sigo asombrado).
Estas cosas demuestran que los venezolanos somos grandes, que podemos construir un país mejor. Pero debemos utilizar todo nuestro potencial al servicio de todos y no peleando estúpidamente entre nosotros.
Cuando pregunte si también le iban a mandar el postre, mi amiga me dijo: ¡Coño también…nojoda que se conforme con ver una foto del dulce de lechosa que hizo mi tía, de eso no le mando ni loca, es demasiado bueno…yo se lo mando por el blackberry….
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